miércoles, 18 de noviembre de 2009

Argentina, ¿a qué jugás?

Este es año de Mundial y hoy, 19 de Noviembre ya están todas las selecciones que participarán en el campeonato futbolístico más importante del mundo. Estará Portugal, estará Francia y estará Argentina, tres grandes selecciones que han pasado muchísimos problemas para estar en la élite del fútbol a pesar de que todos sus jugadores tienen un nivel top muy superior a combinados como Irlanda, Bosnia o Ecuador que seguramente han merecido estar tanto o más que ellos. Y lo increible es como selecciones con jugadores como Messi, Henry, Benzema, Ronaldo o Tévez se han podido quedar fuera con la evidente calidad futbolística de cada uno. Muy sencillo y positivo; una demostración más de que el "todo" es más que la suma de sus partes y es que, un equipo siempre es mejor que un jugador y un jugador siempre es mejor cuanto mejor sea su equipo.Es evidente que Messi es mejor que Messi y que Messi es peor que Messi aunque parezca no tener sentido, pero todos sabemos que el argentino es mejor en Barcelona que con su selección y eso es algo sencillo de explicar; Messi es mejor cuando mejor sea su equipo y Argentina no es un equipo.

Hacer un equipo - esto es mucho más que tener una plantilla y escoger un once - es el objetivo de todo entrenador y para ello hay unos pasos que no se pueden obviar ni saltar, algo, que por cierto, hace un porcentaje altísimo de técnicos. Hablan del físico, de que el fútbol es de los jugadores, que lo importante es la psicología, bla bla bla... Si todo esto es así, ¿Por qué Guddy era mejor en el Chelsea que en el Barça o Alonso no juega en el Madrid como en la selección? La respuesta, como siempre, sencilla. El jugador necesita un equipo, un equipo con un modelo de juego y que ese modelo de juego se adapte a sus características. Por esa razón no tenía sentido que el Madrid fichara a Huntelaar, killer del area con gran remate de primeras, cuando el objetivo era el contragolpe, repliegue intensivo y transición defensa ataque rápida sin juego por bandas. Para tal modelo, mejor un jugador como Zárate o el propio Higuain, con velocidad en carrera y algo de desborde. Y eso, no significa que ellos sean mejores que el holandés, es más, si el Manchester tuviera que elegir a uno de los tres, la mejor opción sería la peor en el anterior caso. Sí, Huntelaar, un devorador de área que sería delantero crack en un equipo que presione arriba, juegue cerca de la portería rival y entre por bandas para finalizar por dentro. Ahí donde Higuain se ahogaría por la falta de espacios, Huntelaar sería el cazador que todos conociamos en el Ajax.

Hemos hablado de jugadores que encajan en modelos de juegos, pero para saber si un jugador encaja o no, primero se necesita un modelo de juego. Sin él, no se puede ser equipo porque no hay unos objetivos en el aprendizaje como equipo, no hay un plan, hay once jugadores con once cerebros distintos y cada uno resolverá las situaciones según decidan en el momento, dependiendo de la inspiración y la calidad de cada uno. A más calidad, más sencillo será sobrevivir, pero sobrevivir no es lo mismo que jugar. En España ya es fácil reconocer la importancia de este tipo de cosas porque tenemos un ejemplo en forma de selección y uno similar en forma de club que tiene las ideas claras, sabe a que juega, ficha según las necesidades... y luego tenemos otro que lleva años fichando parches, tanques cuando hay que jugar a la contra, laterales defensivos y a pierna cambiada cuando quieren jugar sin extremos, pero dar amplitu... No hace faltan nombres.

A nivel de selecciones todos hablan de Maradona y cuando nombras Argentina se piensa en el "que la chupen, que la chupen", en el mal rendimiento de Messi o en los ya habituales catastróficos resultados, pero hay algo mucho peor y es que Argentina no es un mal equipo, sencillamente, no es un equipo. La variedad de jugadores mata a Diego porque tiene mucho y muy diferente donde elegir y siempre es víctima del resultado. Si algo sale bien, sigue. Si se empata o se pierde, vuelta a empezar de nuevo. Un día con enganche, un día sin enganche y ni el portero es indiscutible restando seguridad y confianza tanto a la zaga como al arquero que sabe que si falla está fuera.

El fútbol no es ciencia y ni siquiera es tan complicado. Lo difícil es convertir la idea en realidad, pensar un modelo de juego y preparar entrenamientos de calidad para que los jugadores asimilen conceptos y los desarrollen en los partidos, pero tener una idea o saber que tener la idea es fundamental, eso está a la vista de todos. Hay que elegir un modelo de juego y ese es el primer paso. Argentina debe apostar por algo, ya sea la Riquelmedependecia, el juego de toque, el repliegue y contragolpe... se aceptan todas, pero solo una puede ser la elegida y aquí todos han ganado de todas las formas posibles, solo hay que mirar los dos últimos campeones de Europe (Grecia y España) tan distintos, pero tan iguales. Al menos los dos sabían a que jugaban, igual que Brasil con su juego poco fluido y su defensa numantina. Esperar el 0-0, crear espacios arriba gracias al repliegue intensivo y esperar que jugadores del tamaño de Kaká, Robinho o Luis Fabiano decidan. No te quiero ni contar si el "gordo" resucitara.

Un modelo de juego requiere un equipo y un equipo no lo pueden formar 50 jugadores de los cuales van de veinte en veinte viéndose cada dos meses si es que repites en la convocatoria. Se necesita un bloque, jugadores que se adapten al estilo y apostar por ellos, darles confianza, motivarlos, que sepan que son los elegidos y que pierdan o ganen, fracasen o triunfen, la responsabilidad es de ellos y de nadie más. En lo malo o en lo bueno. Aragonés sabe de lo que hablo y seguro que Raúl también. El malestar de la prensa y el rendimiento por momentos de Raúl dieron que hablar, en alguna convocatoria mereció estar, pero ya no tenía cabida, no se quería su influencia y no encajaba en el estilo de juego pausado y eléctrico a la vez de la España de Luis.

Argentina necesita un cambio generacional, Heinze, Schiavi, Verón o Palermo ya no tienen sitio, su generación pasó. No puede ser que un día el titular sea Martín y al otro jugar con Tevez, Pipita y Messi, 'tres pequeños'. Lo de la defensa y la portería, catastrófico. Cada día una, si fallas, al banco, sino... puede que también.
Sería atrevido por mi parte proponerle un modelo de juego y un once a Maradona, pero sí me siento capacitado para reflexionar y por lo menos comentar una evidencia tran grande como que para ganar hay que ser un equipo y para ser un equipo hay que saber a qué juegas y morir con tus ideas. A lo mejor, Grecia no hubiera sido campeona de Europa si Kaká, Xabi y Messi hubieran estado en sus filas, a lo mejor entonces el entrenador hubiera pensado que había que llevar la iniciativa del juego, jugar al ritmo de Xavi, surtir de balones constantemente a Kaká y acercar al área al argentino. Parece descabellado... si fueron campeones, ¿Cómo no lo iban a ser con mejores jugadores? A lo mejor su "todo" hubiera sido peor. Por eso Francia no juega a nada, por eso Argentina no es un equipo y por eso Queiroz tiene que usar cortinas de humo en forma de Ronaldo para que nadie piense que Bosnia o Dinamarca son ahora más selección que los suyos. Grecia, con sus buenos jugadores, prácticamente no tenía donde elegir, destacaban pocos y muchos eran defensas como Dellas y otros delanteros tanques como Charisteas. Catenaccio, estrategia, unión interna... y campeonato. Un campeonato que, también a lo mejor, nunca gana Ronaldo con compañeros como Simao, Quaresma, Nani o Pepe. Qué curioso... o no.

lunes, 9 de noviembre de 2009

F.C. Barcelona, análisis del mejor equipo del mundo

La victoria y la superioridad genera admiración, pero también envidia y esa es la razón por la que muchos críticos o aficionados quieren sentenciar a este equipo con un "ya no es lo que era", "fin de ciclo" o avisando que se repite la etapa post París 2006, pero por desgracia para ellos y por fortuna para los que nos gusta el fútbol, toda situación parecida es casualidad.

El Barça de Rikjaard alcanzó la cima con un doblete galáctico gracias a un buen trabajo táctico a la italiana, una presión y un dominio de los espacios increible y un talento individual diferencial. La suma de todo esto significó un doblete, pero lo difícil no es ganar, sino mantenerse y para eso es obligatorio la motivación, el trabajo, nuevos retos y complejidad en el juego para evitar relajación. Eso y nuevos fichajes que ilusionen a la afición y despierten al grupo.

Sin embargo, en Barcelona el éxito confundió hasta el punto de que era posible ver a Laporta, presidente del equipo con Ronaldinho, estrella fugaz, en una discoteca en día previo a un entrenamiento. El problema no fue que Rikjaard no supiera corregir, fue que no supo cortar los malos vicios durante la victoria, aunque todo se destapara, como siempre, en la derrota. Los jugadores no entrenaban para jugar, había clanes y además el entrenador no se atrevía a sentar a vacas sagradas. Para colmo, lesiones importantes como la de Messi y Eto'o hicieron aun más difícil las cosas. El tipo de entrenamiento era el mismo, la importancia ya no y la motivación e intensidad había bajado.

El Barça tocó techo en París porque ahí ese equipo ofreció toda su intensidad motivacional y porque tácticamente nunca se buscó ofrecer más. El Barça era lo que veías, bueno sin y con balón, y cada vez un poco menos bueno en ambas fases. Se asimilaron muchas cosas en pocos años, la intensidad era frenética y el talento brutal, estabamos ante un claro ciclo corto por mucho que las culpas sean ahora para Ronaldinho y Deco, algo más que una cortina de humo, pero menos que el verdadero cáncer del Barça. Fue el cuerpo técnico el que falló e incluso el tema Ronaldinho era responsabilidad de ellos, pero no supieron gestionar ni los privilegios ni luego los problemas que suponía la estrella brasileña.

Guardiola también apuesta por el ciclo corto, pero lo quiere de manera progresiva, algo difícil de explicar cuando a las primeras de cambio ha llegado un triplete histórico por resultados, pero también por superioridad en el juego, ¡y eso que el Barça no dominaba todas las fases del juego de manera "automatizada"!

Cuando llegó, Pep, lo tenía claro. Había que tomar decisiones, limpiar jugadores y dar confianza a los que se quedaban. Eso se hacía con palabras y también con hechos por lo que apenas llegaron fichajes, solo Alves pero esto no dejaba con el culo al aire a ningún peso pesado del equipo ya que el flanco derecho del Barça no tenía a nadie que lo gobernara hasta la llegada del Brasileño.

A partir de ahí, la idea era variar y perfeccionar el modelo de juego para ganar seguridad en el propio juego del equipo, todo tenía que ver con la confianza así que la portería a cero debía ser una máxima en un equipo que en su último año oscuro era facilísimo de contragolpear. Guardiola empezó aprendiendo de los errores de Rikjaard para luego ir dejando su sello. Lo primero era aprender a jugar sin balón y aprovechar esa fase del juego para poder atacar mejor, algo que también corregía otro error evidente en la época del holandés; nula verticalidad, exceso de horizontalidad en el juego. Se corregían otros detalles, por ejemplo la estrategia con evidente mejora ofensiva y buen trabajo defensivo, marcando en zona, con flexibilidad, pero con principios. El equipo encajaba goles en estrategía, pero sabía a qué jugaba, cómo y porqué defendía de esa forma.

El equipo funcionaba, la presión pasó de ser asfixiante a racional y cada vez mejor en un equipo que empezaba rotando para involucrar a todos, mandar una señal a los pesos pesados de que había que ganarse el puesto pero también para que todos conocieran en primera persona el modelo de juego del Barça. Cuando todos lo asimilaran, jugarían los mejores y así fue.

El Barcelona tardaría muy poco en volver a ser referencia y eso es sinónimo de rivales encerrados que buscan el 0-0 y la suerte. Guardiola ya había trabajado al equipo sin balón, había motivación, intensidad, presión, orden y un buen sistema defensivo, todo se iba cumpliendo paso a paso, periodizando con calidad la asimilación de conceptos importantes. Había que avanzar y el Barça lo hizo hasta la última jornada. Tocaba crecer con balón, con posesión en estático ofreciendo variantes para contrarrestar las dos líneas de cuatro en campo propio de casi todos sus rivales. Y Guardiola buscó hasta encontrar distintas fórmulas, muchas a la vista del espectador como la variante de Piqué en línea de fondo para "estirar" al rival o la de Busquets haciendo de tercer central dando el carril a los laterales... El Barça busca máximo espacio entre un jugador y otro para que el rival se abra para cerrar (que contradicción) y entonces facilitar los espacios para sus interiores, Xavi e Iniesta. Puro Van Gaal en Pep Guardiola en otra demostración de que es una esponja de calidad brutal. El alumno supera a todos sus maestros.

Y aquí no se acabó el Barça que sigue creciendo de manera periodizada aunque los resultados no siempre acompañen. El equipo crecerá y se verán nuevas variantes para la fase ofensiva de finalización y no solo la de creación. No hay prisa, todo tiene un orden desde que llegó Guardiola. Primero hay que robar el balón, luego hay que crear y luego hay que finalizar. Saltarse algún paso es la perdición y además es la reducción del tiempo de duración del ciclo.

Es cuestión de tiempo que el Barça mejore conforme lleguen las marcas al hombre a jugadores clave, que dominen el 4-4-2 en rombo con Messi de mediapunta e Ibra y Bojan o Henry arriba, que Iniesta haga de 4 en fases del partido en momentos tipo Kazan donde el rival juega con 4 jugadores para encerrar la zona interior dándo libertad total a los centrales y al mediocentro defensivo... El Barça crecerá ofensivamente, no será solo la calidad de Ibra, la diagonal de Messi o el desdoblamiento de Alves sino variación, juego directo y juego corto, Zlatan hombre boya con Keita dominando zona de rechace y Messi ganando en profundidad...

Quien crea que Guardiola es made in Cruyff y ya está, se equivoca. Quien piense que ha visto el mejor Barça que Guardiola quiere crear, se equivoca. Quien piensa que el Barça sólo jugará como le hemos visto jugar, siendo así dependiente de la rápidez de circulación, se equivoca. Guardiola quiere dominar todos los registros... pero lo quiere hacer uno a uno.

Por supuesto, nada de esto asegura la victoria. El estilo Barça es un estilo que aun en su máximo exponente es más complicado de desarrollar que muchos otros porque implica desgaste mental, talento natural por encima de los rivales y circulación de balón en todas las circunstancias. Las derrotas pueden llegar, pero la creación Guardiola, sigue su curso.

viernes, 30 de octubre de 2009

Mister, ¿estás orgulloso?

Seguramente muchos de los que me leen habitualmente ya saben mis opiniones respecto al fútbol moderno y a la metodología de un grandísimo porcentaje de los entrenadores cuyos entrenamientos tienen una gran carga de físico específico, circuitos físico técnicos individuales, carrera continua, posesiones, etc. Pasa la semana y los jugadores no han hecho nada parecido a lo que verán en un partido, ni basculaciones, ni pressing, ni finalizaciones en situación real, ni nada. La cantidad de equipos sin un modelo de juego definido es mucho mayor a la de los que sí lo tienen y no hay que irse al fútbol de base, sino mirar al Real Madrid, por ejemplo. Por eso, cuando aparece un equipo como el Barcelona de Guardiola o el Chelsea de Mourinho (tan distinto el uno del otro) muchos nos alegramos y en muchos despiertan una envidia espectacular.

Cuando yo hablo de táctica no estoy hablando de la táctica de la que hablan muchos de los entrenadores que me miran como a un chiflado cuando digo que el entrenamiento debe ser 100% de un mismo modo renunciando al físico específico o a la técnica fuera de contexto. Porque para ellos táctica en el entrenamiento es sinónimo de jugadas estáticas y defensas pasivas. Muchos, lo máximo que hacen es colocar el viernes a los once titulares y que unos jugadores muevan de un lado a otro el balón para que ellos basculen. En fase ofensiva, algo parecido; colocas a tus mediocentros, interiores y delanteros contra una defensa de cuatro y un doble pivote que defiende y cuando roba, se vuelve a empezar, obviando así las transiciones y aburriendo a los "defensas". Es más, para mí, la táctica no marca las diferencias, el trabajo táctico es lo que lo hace. Y si no hay trabajo táctico el partido pierde mucha calidad porque no hay organización, no hay un plan específico, no hay una presión estudiada, no hay conocimiento del rival, hay dos equipos sin identidad. Si todos trabajan mal, uno queda último y otro primero, pero, el entrenador del campeón, ¿se puede sentir orgulloso? Hay muchos métodos, respeto todos, no comparto casi ninguno, pero veo equipos que entrenan de una manera y juegan de otra, ¿qué papel tiene entonces el entrenador?

Para mí un entrenador de calidad necesita tener las ideas claras ya mucho antes de empezar su proyecto. Lo primero es ¿QUÉ PLANTILLA TENGO/QUIERO? Esto depende mucho de tu equipo, el presupuesto y las posibilidades. Es evidente que el entrenador no puede tener un estilo único, hay que adaptar el trabajo según los jugadores que tengas. Si el crack de tu equipo es Zigic y tu defensa es rapida, no tiene sentido jugar con repliegue intensivo y buscar el contragolpe por dentro.

Una vez tienes lo que quieres o puedes, tienes que pensar la manera de buscar el máximo rendimiento y por lo tanto crear un modelo de juego de calidad. No hay dos modelos iguales ya que esto es una creación propia del entrenador en cuestión, el entrenador tiene que "soñar" el juego de su equipo y trabajar para conseguir que se juege como se quiere jugar. Convertir sueño en realidad. Esto es ¿A QUÉ QUIERO JUGAR?

Tenemos claro que plantilla tenemos y a que queremos jugar, ahora el objetivo es buscar la fórmula para que el modelo de juego tenga éxito y para eso necesitas orden y prioridades, lo primero, dejar claro los sistemas de juego. Normalmente, un sistema principal (por ejemplo, el 4-3-3) y uno secundario (4-4-2), además de saber trabajar distintas situaciones, por ejemplo cuando pierdes por un tanto y quedan 10 minutos en vez de improvisar, trabajar un 3-4-3 buscando el ataque directo o cuando juegas con diez, pero esto, más adelante. ¿CON QUÉ SISTEMA VAMOS A JUGAR?

Este paso es importante porque la teoría está cerrada, ahora toca pensar qué tipo de entrenamiento tengo que hacer para que mi equipo juegue a mi imagen y semejanza teniendo una identidad (modelo de juego) y dominando los sistemas que hemos escogido. Y aquí, es evidente que para que un equipo domine un modelo de juego y unos sistemas necesita trabajar ese modelo de juego y esos sistemas (y no subir escaleras o ir a la playa para cargar abductores). Por lo tanto el entrenamiento es el momento para aprender y perfeccionar estas cosas y eso hace que todo se base en un entrenamiento táctico, intensidad alta y fútbol en su esencia.

Temporada dividida en dos, pretemporada y temporada, la pretemporada para trabajar el modelo de juego y sus sistemas, controlar el pressing, saber como queremos atacar, como queremos defender, buscar soluciones cuando un equipo se encierra con dos líneas de cuatro, cuando juega con defensa de cinco, saber sacar el balón según si presionan en primera línea o buscan el repliegue... En la temporada, el aprendizaje sigue y el modelo de juego se adapta según el rival. Se adapta, no cambia, esto es muy importante.

Las ventajas de entrenar el jugar es evidente; un mayor conocimiento de lo que hay que hacer durante los partidos por parte de los jugadores o facilidades para elegir un once justo porque el que mejor entrena será el que mejor juegue (algo que no pasa si la base de tu entrenamiento es la preparación física o la técnica fuera de contexto, trabajando el disparo o el pase largo, por ejemplo).

No estamos hablando de métodos revolucionarios, todo lo contrario, estamos hablando de volver a la esencia del fútbol, a la diversión en el entrenamiento y a partidos de calidad.

Ejemplo de ejercicio según la metodología:

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miércoles, 14 de octubre de 2009

El método del bombero

Vivir el día a día en un equipo competitivo de fútbol base es un master de entrenador. A veces estar cerca, pero no tan implicado, alejarse y ver con perspectiva lo que pasa, aprendiendo tanto de lo que hay que hacer, como de lo que no hay que hacer es mucho más importante que acumular experiencias insulsas como entrenador de cualquier equipo. Por supuesto, es importante entrenar porque teoria y práctica están muy lejos, nada es lo que te imaginas y siempre hay trabas inesperadas, pero muchas veces se aprende más cuando estás 'parado', reflexionando, aprendiendo y estudiando que cuando eres víctima del día a día. Por supuesto, el objetivo de toda reflexión, paro o aprendizaje es ser el rey de ese día a día tan maravilloso... y duro.

Todos sabemos ganar, pero pocos saben perder y casi nadie sabie diagnosticar al enfermo. En la derrota, es habitual el cambio de sistema, de modelo, de tipo de entrenamiento, etc. Es habitual la terapia de grupo, encerrar al equipo en el vestuario a hablar de los problemas, pedir opinión a los jugadores, apoyar y criticar a la vez... En la derrota los entrenadores son víctimas de la confusión, víctimas de su propio error en la reflexión. Las charlas no estimulan si son repetidas y cuando un equipo está en el alambre, todo comentario de más es darle dramatismo al asunto, separas más que unes porque muchas veces se individualiza el error (o le das más importancia a la derrota de la que en realidad tiene, haciendo a todos "sospechosos") y porque hay una verdad incontestable. Cuanto más hablas, más tonterías dices. Es una cuestión de probabilidad. Las charlas empiezan de una manera, dices cosas que quieres decir o tienes preparadas, buscas que sean bidireccionales, pero pocos jugadores se mojan, tiras y tiras de la cuerda y acabas diciendo cosas que no quieres o no debes decir, muchas veces de manera inconsciente, sin mala intención y de forma natural.

El exceso de reflexión grupal demuestra las dudas del entrenador. No hay que imponer, hay que convencer, pero forzar la opinión de los jugadores, recurrir al diálogo en vez de al entrenamiento de calidad y el no tener una idea clara, tanto en la victoria como en la derrota es sinónimo de debilidad. Llega un momento en que el jugador no sabe lo que está bien o está mal, no diferencia entre lo bueno y lo malo y no sabe lo que el entrenador le pide porque puede ser algo completamente distinto a lo que le pedía hace dos semanas.

No hay que engañarse, los sistemas ni ganan ni pierden partidos. Ni siquiera un sistema es sinónimo de un estilo, 4-2-3-1 no significa presión arriba y 4-4-2 no es sinónimo de líneas juntas y contragolpe. Una cosa es el modelo de juego, otra el sistema que escojas para llevarlo a cabo de la mejor forma. La diferencia la marca como trabajes ese sistema y ese trabajo no es trabajo de pizarra sino de entrenamiento. Entrenamientos prácticos, con balón, específicos.

Otro recurso fácil en la derrota es la falta de físico o de preparación física. Se dice siempre, si un equipo pierde es que falta físico. Aquí se recurre al método del bombero, a lo fácil, a hacer del fútbol sufrimiento y no diversión. Olvidarse del aprendizaje y cubrirse la espalda. Yo lo vivo de cerca, un equipo juvenil campeón el año pasado arrasando, equipo más goleador de todas las categorias, el menos goleado, dos derrotas en toda la liga y siempre con un estilo reconocible, buscando el toque, dominar el partido. En una categoria superior otro equipo del mismo club, siempre luchando por no descender, fichando jugadores durante temporada, descarte de equipos grandes o incluso 'cracks' de los mismos que llegan acabada la temporada de división de honor o de tercera división. Este año, igualdad de condiciones, el primero es penúltimo en su Liga, el segundo es último en la suya. Como uno viene de ser campeón, la derrota no solo duele, sino que no se entiende, más cuando el estilo es el mismo, tocar, llegar jugando y llevar la iniciativa. O así lo era hasta la semana pasada, ahora ya se pide el juego directo, el repliegue y llegar a la porteria con menos toques posibles. Algunos hablan de físico y entonces me nace la idea del método del bombero porque "los últimos" tienen entrenadores policías y bomberos, gente con un físico espectacular, los entrenamientos son una auténtica obra de arte desde el punto de vista atlético, puede que incluso, estos proyectos de jugador aprueben fácil las oposiciones para bombero si todo sigue así... pero van últimos. Es raro trabajando tan bien el físico.

El método del bombero va más allá claro. Si lo usas, por favor, no hables de charlas, de 4-2-3-1, de 4-3-3, porque cuando llegues al campo y veas que el fútbol no es trotar y trotar o hacer diagonales a sprint de un corner al otro lado del centro del campo estarás sorprendido. Si no conoces que el equipo es un coléctivo que hay que trabajar y mejorar y eso implica entrenar de forma coléctiva, sabiendo que una buena basculación, un método de presión concreto o un estilo de ataque (ya sea juego directo, contragolpe por bandas, juego de posesión y combinación...) marca las diferencias estarás perdido. Sinceramente, no he visto a un lento ser rápido y he visto a jugadores que fumaban y salían de fiesta y luego eran los primeros en los ejercicios de resistencia. Y muchos más jugadores que eran cracks del entrenamiento (porque el entrenamiento era correr, correr y correr) y suplentes habituales o malos jugadores. ¿Tan importante es el físico específico? Cualquier jugador que trabaje a una buena intensidad sabe que un 3x3 en espacio reducido es mucho más eficaz desde cualquier (sí, cualquier) punto de vista que hacer trote.

El gran entrenador y en general las grandes personas son aquellas que se crecen en los momentos difíciles. La derrota es un estímulo, un punto de partida y nunca una razón para la desmotivación. Las críticas son aire si tienes tiempo porque el campo pone a cada uno en su sitio y el fútbol te ofrece revancha cada finde semana. Mi consejo es entrenar, hablar lo justo, pero siempre buscando motivar, con naturalidad, el trato no puede cambiar según se gane o se pierda. La forma de unir un equipo es que todos crean en una misma idea y que esa idea, pases momentos buenos o momentos malos te lleve a la victoria. Hay muchas piedras en el camino, pero llegar a la meta es la satisfacción, escoger otro camino es de cobardes. Guardiola llegó al Barcelona, 1-0 en los pajaritos, 1-1 contra el Racing en casa. Habia posibilidad de estar en puestos de descenso en la tercera jornada, era un entrenador novel, su potencial sustito era nada más y nada menos que Mourinho, el equipo venía de años sin títulos. Lo fácil era un planteamiento simple; si con el equipo que tengo no gano al Racing en casa y pierdo contra el Numancia, algo falla, hay que cambiar algo. Pero no, Guardiola siguió con su estilo, su idea y eso le hace más grande incluso que un triplete. Sobre todo porque tanto yo, como tú, como Xavi o Iniesta sabemos que aunque hubiera perdido la tercera y la cuarta jornada, nada hubiera cambiado para Pep Guardiola.

domingo, 27 de septiembre de 2009

Un equipo deportivamente grande

El resultado depende de muchos factores, algunos muy lejos de las posibilidades de los entrenadores como el azar, la calidad de tu delantero o las decisiones arbitrales. Aun así, normalmente y a lo largo del año, el resultado no es más que la consecuencia de un trabajo que empieza mucho antes porque el camino hasta la meta es largo y sobre todo, porque hay muchos caminos. Ganar depende de muchas cosas, pero tu planteamiento, solo depende de ti, de tu modelo de juego y tu capacidad de inculcar tu idea en los jugadores mediante un buen entrenamiento y una gestión correcta del día a día. Por eso, para mí, ser un equipo deportivamente grande va más allá de tu puesto en la tabla y el objetivo siempre es rendir por encima de tus posibilidades.

Esta semana hemos visto un ejemplo de equipo deportivamente grande en el Bernabeu con un Tenerife valiente, ofensivo, presionando la salida del balón, buscando transiciones rápidas, apostante siempre por el juego preciso y el desmarque constante. En el otro lado del ring, un Real Madrid sin ningún tipo de juego de asociación, sin iniciativa y sobre todo sin un plan específico. Ganó el Madrid y pudo ser una goleada gracias a un gol a balón parado, un error individual de Manolo (defensa del Tenerife) y una maravilla de Kaká después de una contra mal finalizada por Raúl.

Hay cosas que nunca cambiarán y el Madrid siempre será más rico que el Tenerife, siempre tendrá mejores jugadores y me atrevería a asegurar que siempre quedará por encima en la tabla que los canarios. Hay otras cosas que no dependen del presupuesto y que año tras año se trabaja casi en igualdad de condiciones porque los requesitos indispensables son unas instalaciones deportivas, un número adecuado de jugadores y material deportivo (desde balones, conos y porterias hasta cintas de vídeo, material de presentación, informes del rival, etc).

Teniendo esto cada entrenador puede optar por una metodología distinta para conseguir el famoso objetivo (que el equipo rinda por encima de sus posibilidades). En un fútbol esclavo de viejos entrenadores casados con sus ideas, normalmente vemos pretemporadas "sin balón" dando paso a contenidos más técnico tácticos durante temporada. Algunos dividen lo físico, de lo técnico, de lo táctico e incluso de lo psicológico y creen que es una forma de alcanzar la especificidad (en efecto, trabajan de forma específica todos los campos sobre los que hacen la división) cuando en realidad brilla por su ausencia. El tiempo efectivo de los entrenamientos es nulo, porque todo se ha trabajado fuera de contexto y el equipo no está acostumbrado a resolver las situaciones a las que se enfrentan durante el partido, así pues, vemos jugadores con grandes condiciones y horribles en la toma de decisión. No es casualidad que existan dos Ronaldos, el que llegó a Manchester y el que se fue. El primero venía de Portugal, fútbol atrasado en lo táctico, acostumbrado al marcaje al hombre, entrenamiento sin avances excepto en los últimos años... El segundo trabaja con Ferguson, situaciones tácticas, resolución de contragolpe, basculaciones según el rival al que se enfrentan, etc, etc. Cuando los entrenadores dicen que X jugador necesita partidos están criticando su forma de entrenar de manera inconsciente. Necesita partidos porque en los partidos resuelven situaciones, trabajan apartados físico tácticos (cambios de ritmo, frenada en seco, salto, sprint corto explosivo) que durante un entrenamiento que consiste en trote, disparos a puerta, saltar escaleras, trabajo en la playa, circuitos físico-técnicos no se dan.

Es evidente que el profesionalismo y el exceso de competitividad ha aumentado de manera directamente proporcional al aburrimiento. Los jugadores no disfrutan entrenando porque entrenar y jugar cada vez tiene menos que ver y el resultado de los partidos depende de la calidad individual porque los entrenadores "no inventan sobre el invento". Y es que la fórmula es inventar sabiendo que el contexto está inventado y desde hace siglos. El fútbol es el partido, ganar o perder. El entrenamiento sirve para preparar el partido, asimilar conceptos y perfeccionarlos, probar cosas nuevas, estudiar al rival... Hay que volver al 'entrenamiento competición' con partidos en espacio reducido, posesiones con variantes para trabajar la presión, partidos "guiados" para explotar el juego por bandas... siempre trabajo colectivo, con balón, unos contra otros y el que cumple los objetivos gana y el que no pierde (el objetivo en un partido es ganar, en una posesión puede ser robar y transición rápida para iniciar contragolpe, depende del ejercicio que propone el entrenador). Olvidarse de los ejercicios de pase y disparo a puerta, desplazamiento en largo por parejas, trote alrededor del campo, circuitos físicos, físicos técnicos donde después de zig-zigaer 30 conos, hacer multisaltos y cambiar el ritmo acabas centrando y rematando sin oposición.

Entrenar como se juega tiene otra ventaja clara a corto y largo plazo. Si el día a día está basado en tu modelo de juego, con ejercicios tácticos que se acercan a lo que buscan en los partidos, quien mejor entrena es el más idoneo para jugar el partido porque en ambas situaciones buscas lo mismo. Así pues, el entrenador tiene una clara ventaja a la hora de hacer alineaciones, tiene más "datos" reales, puede escoger mejor y también ser más justo. Si tu entrenamiento es fraccionado, se puede dar que el peor jugador sea el que mejor tire a puerta y el que llegue primero en los ejercicios de resistencia, de fuerza y de velocidad. Llega el partido, no es titular y entonces se pregunta de que sirve el entrenamiento si la alineación no tiene que ver con el rendimiento durante la semana. Los titulares se saben titulares entrenen como entrenen, los suplentes más de lo mismo.

Para ser un equipo "grande", tienes que dominar un registro táctico y para dominar un registro táctico tienes que entrenar en especificidad, trabajando de forma colectiva y asimilando conceptos para mejor los principios generales de tu juego. Equipos que juegan con 4-2-2-2 luego hacen ejercicios durante la semana en la que un mediocentro abre a banda, el extremo controla y centra al área, ¡eso es tiempo perdido si juegas sin extremos!

La clave (sin entrar en metodologías porque necesitaría escribir un libro para acabar el artículo) es tener las ideas claras, escoger un modelo de juego según los jugadores que tengas (o puedas/quieras fichar), trabajar dos sistemas que se amolden al famoso modelo y aprovechar el entrenamiento para perfeccionar día a día, minuto a minuto ese modelo de juego a partir de un orden táctico establecido por los sistemas con los que vayas a jugar. Ese "modelo de juego" es el sueño de cada entrenador, ahí empieza todo y eso es independiente del nivel del equipo al que entrenes. El entrenador tiene que "soñar" un equipo que juegue la pelota desde la defensa, que busque la apertura a bandas, que presione arriba, robe el balón cerca de porteria rival, achique con líneas juntas... (o por el contrario, que busque repliegue + contra, juego directo, eso depende del gusto de cada uno) y a partir de ahí, el entrenamiento, el diálogo entrenador-jugadores son la base para convertir sueño en realidad.

lunes, 24 de agosto de 2009

Las variantes de Pellegrini

El Madrid marca los tiempos de manera correcta, consciente de la realidad. Ellos están creando algo que el Barça ya tiene. Un equipo. La ventaja blaugrana es clara, equipo ganadar, dinámica positiva estilo selección española en la eurocopa, entrenador de máximo nivel que cuenta con el respaldo y el respeto de todos y unos jugadores acordes al modelo de juego del equipo. Mientras Xavi o Iniesta estén en el campo, lo demás es 'casi' prescindible porque el Barça defiende y ataca con todos, es un conjunto que funciona porque los jugadores conocen su misión. Llegados a la frontal, no es lo mismo Ibrahimovic que Bojan, Messi que Pedrito, pero con los cuatro llegarás a zona de finalización y ese es el mérito de un equipo que demuestra mucha calidad de entrenamiento específico. Primero orden, porque si no robas el balón no juegas. A partir de ahí fluidez y finalización. El Barça de Guardiola no se salta ningún paso, va poco a poco, sin prisa pero sin pausa a una velocidad de vértigo. Nadie está a salvo de la derrota, un mal día es un título perdido pero la sensación es que solo un cúmulo de circunstancias desastrosas y casuales puede torcer el camino de un equipo que va imparable hacia la historia.

Queda saber quien es Guardiola. Sobresaliente en todo hasta ahora, aun no se ha examinado en algunas asignaturas. Veremos como responde cuando lleguen tres derrotas seguidas, un bache, una eliminación importante, un affair con un jugador estrella durante temporada, un aluvión de críticas por su toma de decisión, una derrota contra el Madrid que te deja KO en liga... Quedan muchas cosas, un entrenador nunca deja de aprender, la experiencia es oro y tiene que seguir recorriendo su camino. Tiene inteligencia para ser un hombre referencia en el club pero lo que hoy es blanco, mañana es negro.

El Madrid es la gestión del talonario. Busca un equipo "All star" dirigido por un entrenador que destaca en la gestión de plantilla y que no le tiembla el pulso como demostró en el 'tema Riquelme'. El "nosotros" por encima del "yo", rotaciones constantes, nadie es imprescindible y la unión hace la fuerza. Su misión no es fácil, pero es el hombre adecuado. Tiene un buen equipo, el clan de los holandeses se está haciendo cero y los jugadores están implicados. La calidad humana es importante y hablamos de jugadores jovenes, con ganas de triunfar y que saben manejar la presión y el saber estar. Casillas, Alonso, Kaká, Raúl, Higuain, Gago, Lass, Granero, Arbeloa, Van Nistelrooy o Pepe son sinónimo de sentido común, calidad, profesionalidad y comunicación en el día a día. Ya hay jugadores españoles y acostumbrados a la selección, la españolización en sí no me dice nada, pero son jugadores de mando, referencias, hablar el mismo idioma en un vestuario así como la comunicación con el entrenador es siempre importante.

A partir de ahí, Pellegrini debe buscar el equilibrio, un equipo que juegue y gane. La referencia es el Villareal, pero el chileno ha cambiado de librillo, su objetivo es presión arriba, provocar el fallo y finalizar rápido. Cuando no se pueda, transición defensa-ataque lenta, dominio de la posesión con Alonso y Kaká claves en el juego y Ronaldo y Benzema en la finalización. El modelo de juego está claro, se busca ser equipo referencia, tener el dominio y aplastar al rival. El objetivo algo semejante al mejor Barça de Rikjaard, con muchos jugadores en campo contrarios, dueños del juego posicional y mucho movimiento en ataque. Los jugadores harán el sistema y la correcta elección así como la gestión de la plantilla teniendo control sobre las estrellas y sabiendo dar privilegios a los cracks sin que el grupo se resienta, serán dos de las cosas que marquen el futuro del Madrid.

El primer objetivo del que busca alimentar la polémica es Raúl. Raúl sí o Raúl no cuando la respuesta es mucho más sencilla si nos centramos en temas exclusivamente deportivos. Raúl en un equipo de contragolpe, que busca el repliegue y la velocidad arriba es un jugador entre mil, lejos de dar rendimiento porque no tiene desborde, le falta velocidad y su fiabilidad en el mano a mano ha ido bajando hasta la desconfianza. Su desmarque rompe, pero ahora necesita dos o tres segundos de más que el defensa y el fuero de juego es un habitual. Antes, cuando solo necesitaba esa décima de segundo, Raúl era letal.
En el 4-3-3 más de lo mismo. En banda puede sacar partido de la diagonal de fuera a dentro desde el lado débil porque si en algo ha crecido Raúl es en el remate de cabeza. Pero dos cosas lo imposibilitan en banda, primero que el Madrid no tiene un centrador de calidad por banda izquierda y que su peso en el equipo es tan importante que su autogestión durante el partido lo lleva al centro, ocupa el espacio del punta, se forma embudo y aunque él saque rendimiento porque en espacios cortos y cerca del área es sinónimo de gol, el equipo se resiente y el juego pierde fluidez y orden. Arriba Raúl ya no es lo que era. Un jugador sin regate, velocidad, sin definición diferencial y tan dependiente del juego del equipo es un jugador demasiado imprevisible en el gol. Puede marcar un doblete y luego estar dos meses de sequía. No tiene contragolpe para jugar con equipo replegado ni giro de tobillo explosivo para jugar con el equipo cerca del área y rival replegado. Además Raúl es llegar, no estar. Buscar el sitio vacio por sorpresa, con mirada panorámica, ser la referencia es restar en su juego.

Es evidente que Raúl está lento, lento en sus movimientos y lento en carrera, pero también que es un jugador único. Su sitio está en el 4-4-2 con otro punta, sin tener que ser la referencia, tapando la salida con el mediocentro cuando tenga el balón el rival y llegando al punto de penalti. En un equipo ofensivo, que llega con muchos jugadores y está cerca del área Raúl es gol de corner, gol de cabeza, gol en rechace, mano a mano tras desmarque.... juego poco plástico de cara a la galeria pero mucho gol.

Con Raúl y Benzema el equipo carece de jugador referencia en ataque, nadie fija a la defensa, pierdes metros y por tanto el dominio. La calidad sobra y puedes ganar por arreones, el rival deja espacio y Ronaldo es letal en el desmarque de ruptura por detrás de la defensa, pero el juego se vuelve tosco, el rival se mete en el partido y se pierde la claridad. Negredo-Benzema hubiera sido otro cantar, con el canterano jugando de killer y Benzema buscando el espacio libre y bajando a recibir. Van Nistelrooy es otra posibilidad para esa posición, su edad y la duración de su lesión hacen crecer las sospechas, pero la realidad es que el "killer" holandés siempre marcó goles en sus reapariciones tanto de blanco como en el Manchester de Ferguson o el PSV holandés.

Un 4-2-4 vale para la Liga española, equipo roto pero calidad diferencial inasumible para el rival. Lass y Alonso en el centro y arriba Ronaldo y Kaká de fuera hacia dentro y Benzema con Raúl. En Europa, con ese equipo el dominio es del rival y no tienes variantes por Kaká no puede jugar de "8", Alonso pierde enteros como único mediocentro y el 4-3-3 sobre la marcha entonces no funciona porque Raúl, Kaká, Alonso y Benzema pierden rendimiento. La otra opción es Robben entra por un punta y juegas con 4-2-3-1, dos puñales en banda, Kaká arrancando desde el centro, Alonso y Lass en su habitat. Seguramente entonces Villa era el hombre para jugar de único punta y no el francés Benzema, aun así, de partida, parece el once mágico. El problema llega en la segunda parte, minuto 60' con resultado de empate o inferioridad, no tienes a nadie que mejore lo que haya y los cambios tácticos rompen al equipo, seguramente el "pipita" por Alonso sea lo más coherente, pero no parece fácil. Los partidos los ganan 14, mejor salir con Granero de partida y si el partido se tuerce o necesita una marcha más, entra Robben de jugador numero 12 y Granero pasa al mediocentro con Lass o es el sustituido.

Otra opción que ya contempla Pellegrini es el 4-4-2 en rombo a imagen y semejanza del gran Milán de Ancelotti con Alonso haciendo de Pirlo, Granero de Seedorf, Lass de Gatusso, Kaká de mediapunta creando superioridades ofensivas por el pasillo central junto a Ronaldo y Benzema. El chileno no cuenta con Marcelo y le gusta Arbeloa de lateral derecho lo que hace que desista en la idea. Sin carrileros largos, no hay rombo cerrado que valga porque ni tienes grandes rematadores de cabeza a excepción de Cristiano, ni tienes dominio de la segunda jugada ofensiva con Kaká, ni de la defensiva con Alonso ni el efecto sorpresa del lateral subiendo la banda sin marca, ocupando el espacio vacio y con tiempo para controlar, mirar y centrar. Marcelo y Drenthe restan más que suman por banda izquierda y hay dudas con Ramos, que podria ser la pareja en el centro de la defensa de Pepe y que a buen seguro empezará ahí la temporada por la sanción del portugués ya que no ha realizado la pretemporada, su vida no es la de un futbolista de élite y la lesión hace que no haya tenido tiempo para primero desconectar y luego ponerse a punto. El lateral al cien por cien es un jugador crack en su posición, insistente, con calidad, carácter y marcando diferencias en estrategia. Si el físico no le acompaña, es fácil de pasar en el uno para uno, su posición es un espacio libre en la transición ataque-defensa, su calidad técnica disminuye porque llega sin tiempo a la jugada, sus fallos de concentración aumentan por la desmotivación y ya ha fracasado jugando con toda la banda para él, sin un exterior que le ayude en el dos contra uno rival. El Madrid tiene dos opciones con Ramos. O reconvertir a central en dos o tres años o buscar la venta en máximos después de esta temporada siendo indiscutible en el lateral derecho. Saber vender en el fútbol es lo más difícil para una secretaría técnica. Un día un jugador vale 100 millones y no se aceptan ofertas y una temporada después lo tienes que 'colocar' en cualquier equipo por un precio de 20 millones. Un jugador joven, cuya mayor virtud es el físico y que ha empezado antes de los 18 años es un jugador que a los 26 va a tener la primera curva negativa de rendimiento, si además ese jugador no tiene una vida acorde a sus necesidades profesionales, el bajón será anterior y entonces es imposible vender a un precio digno. Tienes a un jugador de calidad, carácter y con años por delante al que no le vas a sacar ningún rendimiento. Hay que vender en máximos o reconvertirlo en central y entonces motivado puede ser jugador de garantías hasta pasada la treintena y uno de los capitanes del equipo. Español, implicado, muchos años en el club y con calidad descomunal, Ramos podría ser el '4' del Madrid muchos años.

El 4-3-3 es una opción que gusta a Pellegrini pero no casa en la selección de jugadores. Si el tridente ofensivo es Robben, Ronaldo, Benzema, entonces Kaká juega de "8" y Alonso de único mediocentro con Granero de interior junto al crack brasileño. Alonso pierde, Kaká pierde e incluso Benzema pierda. Los beneficiados son Granero, Robben y Ronaldo... los dos primeros no son 'galácticos', los que salen perdiendo más Raúl, sí. Si juegas con Kaká tirado a una banda y Cristiano en la otra con el francés arriba, te falta un jugador en el puesto de interior, un jugador perfil Fabregas que complemente a Granero. Además, Lass y Alonso rinden en doble pivote. Lass también puede jugar de interior pero entonces Xabi pierda capacidad en su juego como único "5". Un trivote con M. Diarrá por detrás de Lass y Granero sería un espectáculo, pero Alonso es indiscutible para Pellegrini.

La temporada está a punto de empezar, el 4-2-3-1 parece la solución más rentable para Alonso, Lass, Kaká, Ronaldo, Granero/Robben y Benzema pero entonces Raúl está fuera del once. Si entra Raúl, vuelve la asimetría o se queda fuera Benzema y las dos opciones son malas. Sin Pepe, la defensa será Arbeloa, Ramos, Albiol y Drenthe o Marcelo, preferiblemente el holandés. Lass y Alonso son indiscutibles, Kaká jugará tirado a la izquierda con Ronaldo de extremo y Benzema y Raúl arriba. Ese es el equipo Pellegrini a día 0. No parece el mejor, habrá rotaciones, Raúl entrará y saldrá, Robben y Granero se jugarán un puesto de jugador "11" siendo el otro el número "12", el Pipita lo tiene difícil al igual que Van Nistelrooy. Quedan muchos cabos por atar, pero la plantilla es buena, tiene calidad y jugadores de garantías en todos los puestos. La idea de Pellegrini es tener a Ramos y Arbeloa por derecha, Metzelder, Albiol, Pepe, Garay y el propio Ramos para dos puestos en el centro de la defensa. En la izquierda Arbeloa será titular y Drenthe y Marcelo son los recambios. Para el puesto de mediocentros, Lass, Alonso, Gago y Diarrá, cuatro jugadores solventes y distintos, Gago un escalón por debajo pero tiene margen de mejora, es profesional, apasionado, trabajador, un jugador que siente el fútbol. Granero, Robben, Ronaldo y Kaká se juegan dos/tres puestos según el sistema y arriba Benzema, Higuain, dos jugadores jovenes, móviles y con gol más Raúl, Van Nistelrooy, dos "killers" que aportan experiencia. Plantilla equilibrada y de calidad. Esos son los hombres de Pellegrini.

El equipo necesita tiempo, estar ajeno a las críticas porque crear desde cero es difícil. Hay que ir creciendo, adaptándose a lo que quiere el entrenador y conocerse como equipo. Hay errores en la planificación, no parece que sepan lo que quieren exactamente más allá de un equipo referencia con grandes jugadores, pero hacer en un año un equipo aspirante a grande es difícil y tiene mérito. Esto está al caer, Barça y Madrid prometen espectáculo este año y ese exceso de liga escocesa puede beneficiar al Barça, siempre enchufado y que va partido a partido. Si el Madrid hace de esta liga una carrera de fondo contra el equipo de Guardiola, sin respetar que cada partido es una batalla distinta en la que hay que correr, jugar y marcar, los puntos se irán, la diferencia es grande pero el Atleti conserva al Kun y Forlán, el Valencia tiene el tridente mágico y un gran entrenador, el Sevilla es capaz de quitar puntos a cualquiera y así muchos más equipos. El objetivo, ser el mismo equipo en casa y fuera. Desprecio los comentarios que parten con la idea de jugar con Alonso de único mediocentro en el Bernabeu y junto a Lass para los partidos de fuera. Eso es de equipo pequeño. El fútbol, durante el finde semana, es once para once, dos porterias, un balón y un terreno de juego siempre de dimensiones parecidas. El objetivo, tener el balón y marcar goles y para ser grande hay que hacerlo partido a partido sin excusas y sea quien sea el rival. Para ser grande, hay que mirar en grande.

Aprovecho este artículo para agradecer a Trouro la oportunidad de trabajar aquí junto a un grupo de gente de una calidad tremenda ya consagrada en el ámbito deportivo.